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  1. Para Filolao el cosmos está formado por un fuego central, llamado Hestia, y nueve cuerpos que giran a su alrededor: Antichton, la Tierra, la Luna, el Sol (esfera de cristal que refleja el fuego central), los cinco planetas observables y la esfera de las estrellas fijas (o sea, la bóveda celeste que engloba los astros anteriores).

  2. El Fuego Central. Filolao introdujo la idea del Fuego Central, un cuerpo celeste alrededor del cual giraban la Tierra y otros astros, una visión precursora del heliocentrismo. Relacionado: Rodopis: La Fascinante Historia de la Cenicienta de la Mitología Egipcia. El Impacto de Filolao en la Ciencia.

  3. www.biografiasyvidas.com › biografia › fBiografia de Filolao

    Filolao de Crotona afirmaba que en el centro del universo se hallaba un enorme fuego, distinto del Sol, y que a su alrededor giraba la Tierra a gran velocidad. El universo quedó explicado, entonces, como un gran fuego central en torno al que giraban la Tierra, la Luna, el Sol, los cinco planetas conocidos y el cielo de las estrellas fijas.

  4. 10 de may. de 2023 · Filolao también sostenía que había 5 elementos de la esfera del mundo: fuego; agua; tierra; aire; y la envoltura de la esfera; Según una fuente antigua, Filolao creía que el fuego estaba en el centro, en segundo lugar la antitierra, y luego la tierra habitada, opuesta a la que gira con la antitierra.

  5. Se vincula a su nombre la cosmología pitagórica, que sustenta una estructura del cosmos en cuyo centro se halla un fuego (no el Sol) y alrededor del cual giran los planetas incluida la Tierra. Seguramente, fue también el primero en afirmar la esfericidad de la Tierra y en considerar al éter como la sustancia celeste.

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    Según Stobaeus, Philolaus eliminó las ideas de dirección fija en el espacio y desarrolló una de las primeras vistas no geocéntricas del universo y, en su nueva forma de pensar, el universo giraba alrededor de un objeto astronómico hipotético que llamó el Fuego Central.

  7. La teoría heliocéntrica de Filolao y Eurito incluía la noción de un «fuego central» que ocupaba el lugar del Sol en el centro del sistema solar. Sin embargo, a diferencia del Sol que conocemos, este fuego central se mantenía oculto a la vista y no era visible desde la Tierra.