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  1. Don Quijote se arma caballero. Capítulo III. Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo don Quijote en armarse caballero. Y así, fatigado deste pensamiento, abrevió su venteril y limitada cena; la cual acabada, llamó al ventero y, encerrándose con él en la caballeriza, se hincó de rodillas ante él, diciéndole: -No me levantaré jamás ...

  2. «Don Quijote es armado caballero» en uno de los capítulos iniciales de la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes. La ceremonia, que se plantea en el capítulo II, halla desenlace en el capítulo III, “donde se cuenta la manera que tuvo Don Quijote en armarse caballero ”.

  3. Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo don Quijote en armarse caballero. 1. Y, así, fatigado deste pensamiento, abrevió su venteril y limitada cena; la cual acabada, llamó al ventero y, encerrándose con él en la caballeriza, se hincó de rodillas ante él, diciéndole:

  4. «Don Quijote es armado caballero» en uno de los capítulos iniciales de la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, escrita por Miguel de Cervantes. La ceremonia, que se plantea en el capítulo II, halla desenlace en el capítulo III, “donde se cuenta la manera que tuvo Don Quijote en armarse caballero”.

  5. www.berritzegunenagusia.eus › quijoteberri › portal_indexDon quijote es nombrado caballero

    Don Alonso Quijano ha sido armado caballero por un ventero en La Mancha en una ceremonia muy peculiar. El dueño de la venta tuvo que acceder a la petición de su huésped debido a la inamovible voluntad de este. Don Quijote llegó a una venta con la idea de salir de ella caballero.

  6. Viendo esto don Quijote, embrazó su adarga y, puesta mano a su espada, dijo: —¡Oh señora de la fermosura, esfuerzo y vigor del debilitado corazón mío! Ahora es tiempo que vuelvas los ojos de tu grandeza a este tu cautivo caballero, que tamaña aventura está atendiendo 34.

  7. -Déme vuestra grandeza las manos, señor don Quijote de la Mancha; que, por el hábito de San Pedro que visto, aunque no tengo otras órdenes que las cuatro primeras, que es vuestra merced uno de los más famosos caballeros andantes que ha habido, ni aun habrá, en toda la redondez de la tierra.