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El Leñador y el Bosque. Un leñador, talando árboles del bosque, no daba descanso a sus brazos. De su empeño no escapaban abetos ni encinas, hasta que se rompió el mango de su hacha. —¡Oh, Dios, por fin habrá paz y tranquilidad en mi mundo! —exclamó el bosque.
El leñador y el bosque. Había una vez un leñador que pasaba sus días en el bosque talando sin descanso. Un día, tras horas y horas de golpear su hacha contra los troncos de los árboles, ésta terminó por romperse, dejando al leñador sin la herramienta con la que se ganaba la vida.
29 de nov. de 2012 · El Leñador y el Bosque. Un leñador, talando los árboles del bosque, no daba descanso a sus brazos. Después de tanto bregar con los ellos, al fin, se rompió el mango de su hacha. Entonces todo el bosque exclamó: - ¡Oh, dioses, por fin habrá paz y tranquilidad en mi mundo!
En este lugar de Polonia, inmerso en un bosque espeso se halla una cabaña, en la que empezará la verdadera historia que te hará dar un tour por todo el pueblo, su historia y cultura, con el fin de resolver un crimen.
Unos leñadores trabajaban en un bosque. Al cabo de unas horas decidieron hacer un descanso y uno de ellos, que estaba sediento, se acercó al río para beber. En un descuido, su hacha cayó al agua y el leñador, a pesar de entrar en el río para buscarla, no pudo encontrarla. – ¡Oh, no!
Cuento con moraleja: El leñador honrado. Érase una vez, un leñador humilde y bueno, que después de trabajar todo el día en el campo, regresaba a casa a reunirse con los suyos. Por el camino, se dispuso a cruzar un puente pequeño, cuando de repente, se cayó su hacha en el río.
El honrado leñador. Érase una vez un leñador que a diario cortaba leña en el bosque para sostener a su familia. Un atardecer, mientras cortaba un árbol en la orilla del río, el hacha resbaló de sus manos y cayó al agua. Desesperado, el leñador se sentó a llorar por su hacha perdida.
