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Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Como no se dejaba persuadir, nos callamos, diciéndo{nos:} Que se haga la voluntad del Señor.
- No
La Biblia de las Américas Al escuchar esto, tanto nosotros...
- No
La contemplación es mirada de fe, fijada en Jesús. "Yo lo miro y él me mira", decía, en tiempos de su santo cura, un campesino de Ars que oraba ante el Sagrario. Esta atención a Él es renuncia a “mí”. Su mirada purifica el corazón.
PASOS DE LA CONTEMPLACIÓN: “Traer la historia” [102]. Se trata de reconstruir la historia de lo que. contemplas, a partir del texto del Evangelio que vas a contemplar. Para ello, te ayudará el leer detenidamente -y varias veces-, el pasaje, tratando de ser fiel. la historia de lo que ocurrió. “Composición viendo el lugar” [103].
La contemplación según Santo Tomás de Aquino – Amar y conocer es contemplar. El Doctor Angélico explica diversos matices que la contemplación debe manifestar en las almas que desean, aún en esta tierra, ver el rostro del Señor, y nos presenta al Discípulo Amado como prototipo del contemplativo. Hna. Ana Rafaela Maragno, EP.
14 de sept. de 2011 · Significa también examinar y considerar profunda y atentamente una cosa, sea espiritual, sea visible y material, mirar con determinación o complacencia a una persona. «Los griegos designaban la vida contemplativa como vida teórica, por oposición a la vida activa, o vida práctica»
1 de nov. de 2023 · Cuando conocemos a Jesús, pasamos por una primera etapa a la que solemos llamar «el primer amor». Entonces, tenemos todo el deseo de que nuestros ojos sean abiertos a las maravillas de Aquel que nos ha salvado. Sin embargo, con el pasar del tiempo es como si la «vida real» nos golpeara de nuevo y ese «primer amor» empezara a diluirse.
Al ser por una parte contemplación y, por otra, predicación de la Palabra, el ministerio de los Predicadores impulsa a seguir el ejemplo de María, cuando ante el anuncio del ángel, acepta dar a Jesús « el Señor salva » (Mt 1, 21) al mundo.