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  1. El temor de la Fundación (1997) es la primera novela de la Segunda Trilogía de la Fundación. Fue escrita por Gregory Benford, un escritor de ciencia ficción norteamericano, por encargo de los representantes literarios de Isaac Asimov, autor de la mítica Saga de la Fundación, y trata de la forma en que su protagonista, Hari Seldon, llegó ...

  2. En el temor de la fundación, Benford nos acerca a los turbulentos días del final del Imperio Galáctico, cuando finaliza el complejo establecimiento de la psicohistoria, la única ciencia capaz de predecir el comportamiento de las sociedades humanas.

  3. El temor de la Fundación (1997) es la primera novela de la Segunda Trilogía de la Fundación. Fue escrita por Gregory Benford, un escritor de ciencia ficción norteamericano, por encargo de los representantes literarios de Isaac Asimov, autor de la mítica Saga de la Fundación, y trata de la forma en que su protagonista, Hari Seldon, llegó ...

  4. Sinopsis de EL TEMOR DE LA FUNDACION. Hari Seldon, primer ministro del Imperio Galáctico, ordena utilizar dos antiguos simulacros para probar la psicohistoria, la única ciencia capaz de predecir el comportamiento humano. Al mismo tiempo, se enfrentan los robots giskardianos y los calvinianos.

  5. En el El temor de la fundación, Benford nos acerca a los turbulentos días del final del Imperio Galáctico, cuando finaliza el complejo establecimiento de la psicohistoria, la única ciencia capaz de predecir el comportamiento de las sociedades humanas.

  6. Ver todos los formatos y ediciones. Fate have thrust Hari Seldon into the First Ministership of the Empire against his will. As the story opens, Hari is about to leave his professorship and take on the all task of administering 25 million inhabited worlds from the all-steel planet of Trantor.

  7. Hari Seldon, primer ministro del Imperio, ordena utilizar dos antiguos simulacros para poner a prueba la psicohistoria. Al mismo tiempo, se gesta un enfrentamiento entre robots giskardianos –que intervienen en el destino de la humanidad– y calvinianos –que solo sirven a los seres humanos–.