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  1. 12 de jun. de 2024 · Catherine Pozzi escribe desde una fragmentación corporal, esperando ser unida nuevamente con una desconocida forma espectral. Marosa di Giorgio juega con la figura y el comportamiento de Dios: en el fragmento 20 de “El mar de Amelia” abre una nueva narrativa fuera del canon bíblico, una convivencia con lo imposible entre sus ...

  2. 20 de jun. de 2024 · Es el suyo un compromiso radical con el esclarecimiento de elementos ocultos por los lenguajes oficiales: un compromiso por luchar contra los tópicos que acaban constituyendo una política lingüística, un obligar al lenguaje a decir «lo que es pertinente decir».

  3. 28 de jun. de 2024 · Catherine Pozzi – Scopolamine. Le vin qui coule dans ma veine A noyé mon cœur et l’entraîne Et je naviguerai le ciel A bord d’un cœur sans capitaine Où l’oubli fond comme du miel. Mon coeur est un astre apparu Qui nage au divin nonpareil. Dérive, étrange devenu !

  4. 15 de jun. de 2024 · Presque contemporaine de Proust, la diariste Catherine Pozzi voit par contre dans l’écriture de son journal le moyen, bien que restreint, de lancer un cri de désespoir à un lecteur inconnu, faute, justement, d’ami ou d’interlocuteur valable.

  5. 11 de jun. de 2024 · El más cierto de los episodios puede perderse en el estilo del relato, o quizá dominarlo; como esas extrañas joyas orgánicas de nuestros océanos, que si las usa una determinada mujer brillan cada día más, y en otras en cambio se empañan y deshacen en polvo.

  6. 24 de jun. de 2024 · Cuando la amada abre los ojos, los ahueca, como quien con la mano recoge el agua de una fuente, y retiene en ellos la mirada que protege a todo su pasado. Quien la ama sabe que de esa región estará siempre ausente. Que no ha sido invitado, ni lo será. De ese espacio es, precisamente, de lo que se ha enamorado". ***. Ana Becciu (Buenos Aires ...

  7. 13 de jun. de 2024 · Mi piacerebbe essere un falco, trattare la resa di venti continentali, stare sul rio della luce; ma la verità è che siamo anatroccoli, e ne abbiamo il privilegio. Il paradigma dell’anatroccolo è dunque questo vivere di scarti, scartando la polpa: che i libri si sbriciolino, usati a fondo come fionde.