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  1. El texto inicial deEl bazar de las sorpresas” señala claramente dos elementos principales de la película y no demasiado frecuentes en la filmografía de Lubitsch: su protagonismo coral y la ubicación de la historia casi exclusivamente en el pequeño espacio de la tienda de Matuschek. Ciertamente, podríamos decir que, aun siendo una ...

  2. El Bazar de las Sorpresas. (. 1940. ) The Shop Around the Corner. Alfred Kralik es el tímido jefe de vendedores de Matuschek y Compañía, una tienda de Budapest. Todas las mañanas, los empleados esperan juntos la llegada de su jefe, Hugo Matuschek. A pesar de su timidez, Alfred responde al anuncio de un periódico y mantiene un romance por ...

  3. El bazar de las sorpresas - Película dirigida por Ernst Lubitsch, protagonizada por Margaret Sullavan, James Stewart, Frank Morgan, Joseph Schildkraut

  4. La película El Bazar de las Sorpresas del año 1940 generó unos ingresos de 7,4 millones de dólares en todo el mundo y fue vista por unos 9.3 millones de espectadores. Esto la convierte en la película con el mayor ingreso de todos los tiempos en el género de comedia. Actualmente se encuentra en el puesto 25 entre las películas con más ingresos de la historia.

  5. Como curiosidad, la obra tendría su remake modernizado de la mano de Nora Ephron con la película " Tienes un e-mail (1998 )", edulcorante y mediocre film que tendría como principal gancho a la pareja protagonista formada por Tom Hanks y Meg Ryan, actores que ya habían repetido juntos en " Algo para recordar (1993) ", otro remake de Nora ...

  6. El bazar de las sorpresas es una película dirigida por Ernst Lubitsch con Margaret Sullavan, James Stewart. Sinopsis : Alfred Kralik (James Stewart) es el principal vendedor de una tienda de artículos de cuero en Budapest, propiedad del señor Hugo Matuschek. Una mañana, Kralik le revela a un compañ.

  7. El bazar de las sorpresas (Filme). Deliciosa comedia sentimental que se basa en una situación de equívoco arquetípica: un hombre y una mujer mantienen una agradable correspondencia ignorando sus respectivas personalidades. En esta ocasión, Lubitsch cambió la mordacidad por un tono más sensible. Como sucede casi siempre en la obra de este director, la maquinaria dramática funciona con ...