Resultado de búsqueda
27 de jul. de 2023 · Segunda parte de canción 'Pedro Navaja' asegura que no murió. La canción ha marcado un hito en la salsa. La melodía fue compuesta por el músico Rubén Blades en 1978. Aquí la historia y ...
Pedro Navaja, las manos siempre dentro 'el gabán. Mira y sonríe, y el diente de oro vuelve a brillar. verse. Mientras camina pasa la vista, de esquina a esquina. No se ve un alma, está desierta toa la avenida. Cuando de pronto esa mujer sale del zaguán. Y Pedro Navaja, aprieta un puño dentro 'el gabán. verse.
2 de feb. de 2016 · Pedro Navaja, el delincuente; una mujer prostituta, un viejo perro y un borracho que encuentra los cadáveres de los primeros. En cada minuto de la canción el autor explica de manera calmada y precisa las acciones de estos personajes, utilizando un estilo medio kafkiano (a quien también menciona en una de las estrofas), hasta llegar al final cuando se sabe que Pedro Navaja es asesinado.
Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa' encima El diente de oro iba alumbrando toa' la avenida, ¡hizo fácil! Mientras reía el puñal le hundía sin compasión Cuando de pronto sonó un disparo como un cañón Y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer Que revolver en mano y de muerte herida a el le decía Yo que pensaba: Hoy no es mi día, estoy salá Pero Pedro Navaja tu ...
Pedro Navaja las manos siempre dentro’ el gabán. mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar. Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina. no se ve un alma esta desierta toa' la avenida; cuando de pronto esa mujer sale del zaguán. y Pedro Navaja aprieta un puño dentro’ el gabán. Mira pa' un lado, mira pa'l otro y no ve a ...
9 de ago. de 2021 · Unos 300 años de historia hay entre Jack Sheppard y Pedro Navaja, sí, el mítico personaje del cantautor panameño, Rubén Blades. Resulta que el primero, fue realmente un asaltante y un famoso escapista en la Inglaterra del año 1702, por ser un escapista de la cárcel y quien a sus 22 años ya había sido capturado por quinta vez.
Pedro Navaja, las manos siempre dentro ´el gabán, mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar. Mira pa´ un la´o, mira pal´ otro y no ve a nadie, y a la carrera, pero sin ruido, cruza la calle. Y, mientras tanto, en la otra acera va esa mujer. refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
