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  1. Uno de los episodios más destacados es la llegada del Espíritu Santo a los samaritanos, quienes eran considerados impuros por los judíos. En Hechos 8 se narra cómo Felipe predicó el evangelio en Samaria y cómo muchos creyeron en Cristo y fueron bautizados. Pero lo más sorprendente fue que, al orar por ellos, el Espíritu Santo descendió ...

  2. 5 de nov. de 2021 · La venida del Espíritu Santo. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento que irrumpe impetuosamente, y llenó toda la casa en la que se hallaban. Entonces quedaron todos llenos del Espíritu Santo. Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos ...

  3. El fundamento ya lo tenían, que es la Roca que es Cristo. Pero hacía falta otra cosa muy importante, y es la tercera Persona de la Trinidad. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hch 1:8).

  4. La llegada del Espíritu Santo. “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

  5. La llegada del Espíritu Santo - El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados. Luego, algo parecido a unas llamas o lenguas de fuego aparecieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Y todos los presentes fueron llenos ...

  6. 21 de may. de 2017 · Prepárate para la llegada del Espíritu Santo. Cuántos milagros sencillos ha obrado en tantos corazones...

  7. La muerte de Jesús fue planificada desde la eternidad por Dios, por tanto su muerte fue la realización de la voluntad de Dios; comprendieron esta verdad cuando llegó el Espíritu Santo. La muerte y la resurrección de Jesús les mostró el plan perfecto de Dios, que su muerte no fue en vana, sino para redimir el pecado del hombre, él se sacrificó a sí mismo.