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Pertenece a la serie «Adam Dalgliesh». Descripción. El mayor atractivo del Dupayne, un museo privado dedicado a los años de entreguerras (1919-1939), es una inquietante Sala del Crimen donde se estudian los casos más sonados de la época. Pero Neville, el menor de los hermanos Dupayne, considera que la institución debe cerrar sus puertas.
El Dupayne, un museo privado dedicado al periodo entre 1919 y 1939, acoge, además de obras de arte, biblioteca y archivo, una Sala del Crimen donde estudiar los casos más sonados de la época. Todo cambiará en esa institución con el aviso de su cierre inminente y el descubrimiento del cuerpo calcinado de una de las personas más estrechamente vinculadas a ella.
El mayor atractivo del Dupayne, un museo privado dedicado a los años de entreguerras (1919-1939), es una inquietante Sala del Crimen donde se estudian los casos más sonados de la época. Pero Neville, el menor de los hermanos Dupayne, considera que la institución debe cerrar sus puertas.
La sala del crimen (Adam Dalgliesh 12) (Ficción) de James, P.D. - ISBN 10: 8490708746 - ISBN 13: 9788490708743 - B de Bolsillo - 2019 - Tapa blanda. Pasar al contenido principal. iberlibro.com. Buscar. Iniciar sesión Su cuenta Carrito Ayuda. Menú. Buscar. Su cuenta Consultar mis pedidos ...
1 de ene. de 2003 · Read 862 reviews from the world’s largest community for readers. El mayor atractivo del Dupayne, un pequeno museo privado londinense dedicado a los anos de…
La entidad dedicada al período de entreguerras, acoge, además de obras de arte, biblioteca y archivo una inquietante Sala del Crimen donde estudiar los sucesos más sonados de la época, uno de los cuales presenta extrañas semejanzas con el caso en que se ocupa Dalgliesh. Formato: pdf, epub Comprimido: Sí Peso: 3.2 MB Lenguaje: Español.
Además, el fiscal consideró que la causa le correspondía a la Sala del Crimen pues una ley de Castilla estipulaba que cuando los reos habían sido presos por la jurisdicción ordinaria, ésta debía atraer los autos del caso. 31 Por tal motivo, en enero de 1786 se solicitó al juez de la Acordada que enviara a la Sala los papeles correspondientes.
