Resultado de búsqueda
Las bases nitrogenadas son compuestos orgánicos de forma heterocíclica, ricos en nitrógeno. Forman parte de los bloques estructurales de los ácidos nucleicos y otras moléculas de interés biológico, como los nucleósidos, dinucleótidos y mensajeros intracelulares.
Las bases nitrogenadas (también llamadas nucleobases, sinónimo cada vez más empleado en las ciencias biológicas) son compuestos orgánicos cíclicos, que incluyen dos o más átomos de nitrógeno.
Cada nucleótido en el ADN contiene una de cuatro posibles bases nitrogenadas: adenina (A), guanina (G) citosina (C) y timina (T). La adenina y la guanina son purinas, lo que significa que sus estructuras contienen dos anillos fusionados de carbono y nitrógeno.
En el ADN cada nucleótido se compone de tres partes: un azúcar de 5 carbonos llamado desoxirribosa, un grupo fosfato, y una base nitrogenada. El ADN usa cuatro tipos de bases nitrogenadas; adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T).
Las bases nitrogenadas son fundamentales para la estructura y función del ADN. Existen cuatro bases nitrogenadas en el ADN: adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G). Estas bases se unen entre sí mediante enlaces de hidrógeno específicos, formando pares complementarios: A se une con T, y C se une con G.
El esqueleto de azúcar-fosfato de las cadenas de ADN constituye la parte exterior de la hélice, mientras que las bases nitrogenadas se encuentran en el interior y forma pares unidos por puentes de hidrógeno que mantienen juntas a las cadenas del ADN.
Los cuatro tipos de bases nitrogenadas encontradas en los nucleótidos son: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). El orden, o secuencia, de estas bases determina qué instrucciones biológicas están contenidas en una hebra de ADN.