Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 21 de mar. de 2014 · Hoy vivimos solo por Su misericordia y por eso dejamos todo nuestro pesar al pie de la cruz, ¡Jesús pago en la cruz por nuestros corazones y por eso le cantamos de corazón!

  2. María, al pie de la cruz. María no comprende ese gran misterio pero acepta, una vez más, porque es la voluntad Dios. Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net. Viernes de dolores, así se le dice según la tradición, al viernes en que se conmemora los dolores de la Virgen Santísima, como Madre dolorosa al pie de la Cruz.

  3. 15 de sept. de 2021 · Aunque nos parezca una locura, hemos celebrado la Cruz. Y hoy vamos a meditar en esta realidad, que es la Virgen, nuestra Madre, la Virgen santísima al pie de la Cruz. Dice el Evangelio de san Juan: “Junto a la Cruz de Jesús estaban Su Madre y la hermana de Su madre; María, mujer de Cleofás y María Magdalena.

  4. LETRA. Al pie de la cruz. Hoy es el día, ya cristo volverá, Toda nuestra lucha, muy pronto acabará. Al final del conflicto, el triunfo llegará. Nos iremos al hogar. Vamos adelante, satanás vencido está. En la cruz de cristo la victoria nos dará. Hoy podremos sin miedo, al mundo proclamar.

  5. María siempre al pie de la cruz. Maria acompañó a Jesús al pie de la cruz y también a nosotros en nuestra cruz de cada día. Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net. Viernes de dolores, porque recordamos el sufrimiento de Cristo en la cruz, y unidos a Él todos nuestros sufrimientos y nos acompaña la Madre de Dios, nuestra Madre.

  6. Hoy viernes V de Cuaresma se recuerda a María al pie de la Cruz. Esta hermosa oración escrita por el Beato Miguel Agustín Pro , sacerdote mártir de la Cristiada. La escribió el 13 de noviembre de 1927, el mismo día que comenzó a subir al calvario de su martirio

  7. 14 de abr. de 2017 · Sana nuestros ojos para que se llenen de luz con la buena noticia del Evangelio, cuando estemos al pie de la Cruz de tu Hijo. Y así celebraremos «lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo» ( Ef 3,18) del amor de Cristo, con el corazón consolado e iluminado.