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  1. Cuento de Caperucita roja: Adaptación del cuento de Charles Perrault. Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja. Caperucita vivía en una casita cerca del bosque. Un día, la mamá de Caperucita le dijo:

  2. 9 de jun. de 2023 · 'El Lobo no es malo', versiones del cuento de Caperucita Roja, es una propuesta para conocer el otro lado de la historia de este cuento tradicional infantil. ¿Te imaginas saber qué perspectiva tiene el Lobo? ¿Y la abuela? ¿Qué tal que el Lobo no era feroz, sino todo lo contrario? ¡Descubran aquí esas posibilidades!

  3. El lobo feroz se valió de la distracción de la niña y corrió hasta la casa de la abuelita. Cuando llegó tocó la puerta y se detuvo a escuchar la respuesta de la abuelita: “Caperucita, mi niña, ¿eres tú?” “Sí, abuelita. Traje pastel y vino para ti. Ábreme la puerta, por favor”, respondió el lobo imitando la voz de Caperucita ...

  4. Caperucita Roja - La versión del Lobo. Autor Anónimo. El bosque era mi hogar. Yo vivía allí y me gustaba mucho. Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio. Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras dejadas por unos turistas sentí pasos.

  5. Cuento. “Caperucita roja y el lobo feroz” Érase una vez una dulce niña, a la que todos conocían como Caperucita Roja. A la pequeña le encantaba ponerse una capa roja que su madre había cosido con mucho cariño. La niña y su madre vivían en una preciosa casa alejada del bosque. Un día, mientras Caperucita jugaba en el jardín, su mamá la llamó:

  6. En el camino, se encontró con el lobo. —Hola niñita, ¿hacia dónde te diriges en este maravilloso día? —preguntó el lobo. Caperucita Roja recordó que su mamá le había advertido no hablar con extraños, pero el lobo lucía muy elegante, además era muy amigable y educado. —Voy a la casa de abuelita, señor lobo —respondió la ...

  7. Érase una linda y adorable niña que vivía en una pequeña aldea y era querida por todos sus vecinos. Además, la pequeña tenía una excelente relación con su abuelita, que vivía en el bosque y a menudo le gustaba ir a visitarla para hacerle compañía o llevarle unos recados.