Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Cuento de El Gato con Botas: adaptación del cuento de los Hermanos Grimm. Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes para dejarles en herencia. Al hijo mayor le legó su viejo molino, al mediano un asno y al pequeño, un gato.

  2. www.cuentoscortos.com › cuentos-clasicos › el-gato-con-botasEl gato con botas - Cuentos Cortos

    El gato con botas. Cuentos clásicos. Autor: Charles Perrault. Edades: A partir de 4 años. Valores: ingenio, constancia, valentía, generosidad. Había una vez un molinero pobre que cuando murió sólo pudo dejar a sus hijos por herencia el molino, un asno y un gato.

  3. Resumen. Un pobre molinero fallece dejando como única herencia al pequeño de sus hijos un gato. El joven decide quedarse con él y éste le promete que si confía en él y le consigue un par de botas y un saco, saldrán de la pobreza. El astuto gato se hace pasar por siervo de un gran marqués impresionando con sus regalos al rey.

  4. arbolabc.com › cuentos-clasicos-infantiles › el-gato-con-botasEl gato con botas | Árbol ABC

    El joven nunca olvidó los favores del gato con botas y lo recompensó con una capa, un sombrero y un par de botas nuevas. El gato con botas para leer y escuchar en Árbol ABC. El cuento del gato con botas es un cuento clásico que adaptamos para niños.

  5. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › Colecciones › CuentosMasEL GATO CON BOTAS - ILCE

    como había hecho con el conejo de campo. El rey recibió con agrado las dos perdices, y ordenó que le diesen de beber. El gato continuó durante dos o tres meses , llevando al rey obsequios de parte de su amo. Un día supo que el rey iría a pasear a orillas del río con su hija, la más hermosa princesa del mundo, y le dijo a su amo:

  6. Cuento de El gato con botas. Había una vez un pobre molinero que tenía tres hijos. Cuando él murió, los dos primeros se llevaron todo con avidez y abandonaron la casa. Solo dejaron atrás al gato y al tercer hijo. Este ultimo estaba muy triste ya que amaba muchísimo a su padre y no paraba de llorar por la perdida: “¡No tengo nada más que este gato!

  7. Érase una vez un viejo molinero que tenía tres hijos. El molinero solo tenía tres posesiones para dejarles cuando muriera: su molino, un asno y un gato. Estaba en su lecho de muerte cuando llamó a sus hijos para hacer el reparto de su herencia. –“Hijos míos, quiero dejarles lo poco que tengo antes de morir”, les dijo.