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  1. LAS ABANDONADAS. Cómo, me dan pena las abandonadas, que amaron creyendo ser también amadas. Y van por la vida llorando un cariño, recordando a un hombre y arrastrando un niño. Como hay quién derribe del árbol la hoja, y al verla en el suelo, ya no la recoja, y hay quién a pedradas tire el fruto verde, y lo eche rodando después que lo ...

  2. ¡y hasta hay quien se vuelva su postrer verdugo. queriendo exprimirlas si aún les queda jugo! Las abandonadas son como el bagazo. que alambica el beso y exprime el abrazo; si aún les queda zumo, lo chupa el dolor; ¡son triste bagazo, bagazo de amor! Cuando las encuentro me llenan de angustias. sus senos marchitos y sus caras mustias,

  3. ¡Las abandonadas son fruta caída. del árbol frondoso y alto de la vida; son, más que caída, fruta derribada. por un beso artero como una pedrada! Por las calles ruedan esas tristes frutas. como maceradas manzanas enjutas, y en sus pobres cuerpos antaño turgentes, llevan la indeleble marca de unos dientes… Tienen dos caminos que escoger: el quicio.

  4. Las abandonadas. Julio Sesto. ¡Cómo me dan pena las abandonadas, que amaron creyendo ser también amadas, y van por la vida llorando un cariño, recordando un hombre y arrastrando un niño!... ¡Cómo hay quien derribe del árbol la hoja. y al verla en el suelo ya no la recoja, y hay quien a pedradas tire el fruto verde.

  5. LAS ABANDONADAS. Cómo, me dan pena las abandonadas, que amaron creyendo ser también amadas. Y van por la vida llorando un cariño, recordando a un hombre y arrastrando un niño. Como hay quién derribe del árbol la hoja, y al verla en el suelo, ya no la recoja, y hay quién a pedradas tire el fruto verde, y lo eche rodando después que lo ...

  6. 4 de sept. de 2020 · Aquí nos gustaría mostrarte una descripción, pero el sitio web que estás mirando no lo permite.

  7. Julio Sesto. ¡Como me dan pena las abandonadas, que amaron creyendo ser también amadas, y van por la vida llorando un cariño, recordando un hombre y arrastrando un niño!... ¡Como hay quien derribe del árbol la hoja. y al verla en el suelo ya no la recoja, y hay quien a pedradas tire el fruto verde. y lo eche rodando después que lo muerde!