Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Génesis 15:1-6. Reina-Valera 1960. Dios promete a Abram un hijo. 15 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. 2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese ...

  2. Dios hace un pacto con Abram. 15 Después de esto, la palabra del Señor vino a Abram en una visión: «No tengas miedo, Abram. Yo soy tu escudo. y muy grande será tu recompensa».

  3. 15. 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. 2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

  4. 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. 2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

  5. 3 de jun. de 2016 · Génesis 15:1 – «Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.» Abram expresó que efectivamente él tenía dudas. ¿Cómo iba a tener heredero? ¿Cómo podría llegar a poseer la tierra? Dios le dijo tres cosas:

  6. Génesis 15:1-6 Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: «No temas, Abram, Yo soy un escudo para ti; Tu recompensa será muy grande». Y Abram dijo: «Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, p | Nueva Biblia de las Américas (NBLA) | Descarga La Biblia App ahora.

  7. Génesis 15:1-6. Génesis 15:1-6 NTV. Compartir. Reina Valera NTV NVI TLA RVC. Tiempo después, el SEÑOR le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande. Abram le respondió: —Oh SEÑOR Soberano, ¿de qué sirven todas tus bendiciones si ni siquiera tengo un hijo?