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El espíritu de adivinación es una manifestación espiritual contraria a los principios bíblicos y puede desviar a los cristianos de una relación genuina con Dios. Sin embargo, como creyentes, tenemos los recursos y las herramientas necesarias para enfrentar este espíritu con base bíblica.
Espíritu de adivinación - Diccionario Mundo Hispano. La palabra heb. se refiere al espíritu de un muerto que los adivinos decían poder llamar para consultas (Isaías 19:3) «Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, a sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos».
Conversión de la muchacha adivina. 16 Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os ...
La adivinación en cualquier forma es pecado. No es un entretenimiento inofensivo ni una fuente alternativa de sabiduría. Los cristianos deben evitar cualquier práctica relacionada con la adivinación, incluyendo la predicción de la suerte, la astrología, la brujería, las cartas del tarot, la nigromancia y los hechizos.
22 de jun. de 2023 · Según la Biblia, el espíritu de adivinación es una fuerza demoníaca que busca socavar la conexión de un individuo con Dios. Se le conoce como el espíritu de Pitón y su objetivo es debilitar la fe y la determinación de un hijo de Dios para cumplir su propósito divino.
Hechos 16:16. La curación de una pitonisa; o la esclava y el apóstol. I. La esclava .- 1. Su condición abyecta . Una sierva, propiedad de varios amos, que pudo haberla recibido por herencia (Alford), y que tenía interés en su valioso regalo, un supuesto poder de adivinación. 2. Su poder reputado .
16 Una vez, cuando íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía un espíritu de adivinación. Con sus poderes ganaba mucho dinero para sus amos. 17 Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: —Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y les anuncian el camino de salvación. 18 Así continuó durante muchos días.
