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  1. Cuento clásico de los hermanos Grimm. © Versión escrita por Paola Artmann. Audio de texto a voz para una lectura asistida. Érase una vez una joven y bella princesa llamada Blancanieves que vivía en un reino muy lejano con su padre y madrastra. Su madrastra, la reina, era también muy hermosa, pero arrogante y orgullosa.

  2. Los enanitos dijeron: “sería una maldad enterrar a nuestra querida Blancanieves para toda la eternidad”. Así que decidieron construir una urna de cristal, desde donde se podía apreciar a la hermosa joven desde todos los ángulos.

  3. 6 de oct. de 2020 · Un cuento que habla de una madrastra malvada que solo desea ser la más hermosa del reino. Cuento tradicional de Blancanieves y los siete enanitos, para leer a los niños. En Guiainfantil.com te ofrecemos la versión corta del cuento de Blancanieves para que puedas leerlo a tus hijos.

  4. www.cuentoscortos.com › cuentos-clasicos › blancanievesBlancanieves - Cuentos Cortos

    Blancanieves. Cuentos clásicos. Autor: Hermanos Grimm. Edades: A partir de 4 años. Valores: generosidad, bondad, envidia, obediencia. Un día de invierno la Reina miraba cómo caían los copos de nieve mientras cosía. Le cautivaron de tal forma que se despistó y se pinchó en un dedo dejando caer tres gotas de la sangre más roja sobre la nieve.

  5. Un cuento de los hermanos Grimm. Había una vez, en pleno invierno, una reina que se dedicaba a la costura sentada cerca de una venta-na con marco de ébano negro. Los copos de nieve caían del cielo como plumones. Mirando nevar se pinchó un dedo con su aguja y tres gotas de sangre cayeron en la nieve.

  6. Gritaron todos horrorizados. Los siete enanitos trataron de reanimarla, pero todo fue inútil, y así, consternados y afligidos, construyeron una urna de cristal en la que introdujeron a Blancanieves rodeada de bonitas flores, llevándola después hasta un claro del bosque.

  7. Blancanieves. [Cuento - Texto completo.] Hermanos Grimm. Era un crudo día de invierno, y los copos de nieve caían del cielo como blancas plumas. La Reina cosía junto a una ventana, cuyo marco era de ébano. Y como mientras cosía miraba caer los copos, con la aguja se pinchó un dedo, y tres gotas de sangre fueron a caer sobre la nieve.

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