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  1. 11 de dic. de 2019 · En el casos de los seres humanos, el alma es un principio divino e inmortal, gracias al cual, es posible el conocimiento y la vida virtuosa. Platón distingue en el alma humana tres partes en el alma humana: Alma Racional. Es la parte más excelente del ser humano, inmortal y en relación con la divinidad.

  2. Platón, Obras completas, vol. V, Medina y Navarro Editores, Madrid, 1871) El primer argumento del "Fedón" sobre la inmortalidad del alma: la prueba de los contrarios. Dos de los argumentos utilizados, el de la reminiscencia y el de la simplicidad, se basan en la teoría de las Ideas.

  3. Platón y la Inmortalidad del Alma. 1 de diciembre de 2009 Publicado por Malena. En el “Fedón”, Sócrates expone los argumentos que apoyan la idea de la inmortalidad del alma. En primer término existen los contrarios que se originan en los opuestos.

  4. Textos de Platón. La inmortalidad del alma en el "Fedón". La prueba del principio vital. El "Fedón" relata la conversación que mantuvo Sócrates en la prisión con sus amigos, el día de su muerte, sobre la inmortalidad del alma y el significado de la filosofía y la vida del filósofo.

  5. Según Platón, el alma es inmortal porque es de naturaleza divina. Para él, el mundo sensible que percibimos a través de los sentidos es solo una mera copia o imitación imperfecta del mundo de las Ideas, el cual es eterno, inmutable y perfecto. El alma, al ser parte del mundo de las Ideas, también posee estas características divinas.

  6. ¿Es, en fin, más afín a lo que cambia incesantemente o más bien a lo que es eternamente idéntico a sí mismo? Bastan estas dos últimas preguntas para servir de testimonio de que en el pensamiento de Platón el problema del destino del alma después de la muerte no puede tener solución más que después del de su esencia. La busca en seguida.

  7. Las demostraciones de la inmortalidad del alma desarrolladas por Platón tienen un firme sustento en la Teoría de las Ideas, puesto que en ella se plantea la existencia de una trascendencia, de un ámbito espiritual superior con el que el alma sería afín.