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Frases célebres de Hildegarda de Bingen. “¡Pobre alma, hija de tantas miserias! Estás como calcinada por tantos y tan crueles sufrimientos físicos. Sin embargo, todavía te invade el flujo abismal de los misterios de Dios.” — Hildegarda de Bingen. Escribiría sobre sí misma. 7.
Descubre las 50 mejores frases de hildegarda de bingen para inspirarte y reflexionar. Hildegarda de Bingen fue una monja alemana del siglo XII que se destacó por su gran conocimiento en diversos campos, como la medicina, la música y la teología.
Frases y Citas Célebres de Hildegarda de Bingen (7 frases) “ Oh Padre rectísimo y dulcísimo, escucha en tu bondad a tu indigna sirvienta, a mí que, desde la infancia, jamás he vivido segura. Quiero, Padre, que por el amor de Dios me recuerdes en tus oraciones ”. [Carta a San Bernardo de Claraval.]
«La alegría es el mejor cosmético que existe.» 2. «La curación proviene del interior de uno mismo.» 3. «La música es el arte más noble. No traiciona a su propio fin.» 4. «Todo lo que está en el cielo y en la tierra tiene su origen en una sola fuente: el Verbo.» Listas en HTML. Enseñanzas de Hildegarda de Bingen: Hildegarda De Bingen Frases.
Hildegarda de Bingen (Bemersheim, Renania-Palatinado (Sacro Imperio Romano Germánico); 16 de septiembre de 1098 – Eibingen (id.); 17 de septiembre de 1179) fue una religiosa visionaria alemana. Citas [ editar] «Y por eso existe la suprema bendición en forma femenina». [ Et ideo est summa benedictio in feminea forma ]. [1] [2]
1. El cuerpo humano es como una harpa, y el alma es como la mano que la toca. 2. La salud es una armonía total del cuerpo, la mente y el espíritu. 3. La música es un regalo de Dios, que nos ayuda a elevarnos y conectarnos con lo divino. 4. La belleza es una expresión de la verdad y la bondad divinas. 5.
Citas de Santa Hildegarda de Bingen «El misterio de Dios te abraza con sus brazos que todo lo abarcan». «Espíritu Santo, la vida que da vida: Tú eres la causa de todo movimiento. Tú eres el aliento de todas las criaturas. Tú eres el bálsamo que purifica nuestras almas. Tú eres el ungüento que cura nuestras heridas.
