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  1. 15 de jul. de 2015 · ¿Fuente…? ¡Pero si es un puto urinario…! ¿Arte…? ¡Pero si la jodida cosa ya estaba hecha…! El artista se compró un urinario blanco de porcelana, lo tituló “Fuente”, lo firmó con el seudónimo de R. Mutt y lo mandó a la Sociedad de Artistas Independientes para que fuese incluido en su exposición anual.

  2. 8 de jul. de 2018 · Ha pasado algo más de un siglo desde que Marcel Duchamp colocara un urinario boca arriba sobre un pedestal y lo llamara "La fuente". Al hacerlo, se convirtió en el padre del arte conceptual y ...

  3. Mott Iron Works, un fabricante de sanitarios, tenía en el 118 de la Quinta Avenida y Duchamp eligió y adquirió un urinario de porcelana, modelo Bedfordshire, de fondo plano. Marcel se lo llevó a su estudio, lo colocó bocabajo y pintó con grandes letras negras el nombre de R. MUTT acompañado de la fecha, 1917, en su reborde inferior ...

  4. encierra el Urinario de Duchamp en esta genealogía que, a guisa de hipótesis, he trazado a partir de Lightenbergh. Para ello, me centraré en dos categorías esenciales: el rechazo y la ausencia. La aparición y la desaparición, ambos rasgos esenciales del Urinario —una pieza de fontanería modelo Bedfordshire comprada aproximadamente una se-

  5. Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Antonio Sustaita Cuando la ausencia ocupa el lugar de la presencia: el Urinario de Marcel Duchamp En-claves del Pensamiento, vol. V, núm. 9, enero-junio, 2011, pp. 53-62, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de ...

  6. “La Fuente” de Duchamp, era nada más y nada menos que un simple urinario de porcelana invertido firmado bajo el seudónimo R. Mutt, un urinario que no se diferencia de ningún otro, un urinario cualquiera, un urinario de serie y a pesar de que es considerado una obra de arte, aún hoy en día sigue provocando tanto rechazo como ...

  7. En 1982 se encontraron unas cartas de Duchamp a su hermana en las que escribía: «Una amiga, empleando el seudónimo de Richard Mutt, me envió un urinario de porcelana a modo de escultura para ser expuesto; como no tenía nada de indecente, no había ningún motivo para rechazarlo».