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  1. 27 de sept. de 2013 · Título: Mientras no tengamos rostro. Autor: C.S. Lewis. Año de publicación: 1955. Sinopsis: Ésta es la historia de Orual, una mujer fea e hija del rey de Gloma; y de Psique, su hermanastra pequeña, niña de belleza deslumbrante, víctima de un extraño encantamiento que transformará su vida.

  2. www.editorialhccp.com › gruponelson › 9780849919398Mientras no tengamos rostro

    Mientras no tengamos rostro, narrado desde el punto de vista de la hermana de Psique, Orual; es un brillante análisis de la envidia, la traición, la pérdida, el dolor, la culpa y la conversión.

  3. Mientras no tengamos rostro. C.S. Lewis. 4.19. 70,834 ratings6,296 reviews. Esta es la historia de Orual, una mujer fea e hija del rey de Gloma; y de Psique, su hermanastra pequeña, niña de belleza deslumbrante, víctima de un extraño encantamiento que transformará su vida. Se trata de la reinterpretación de una vieja historia de la ...

  4. C. S. Lewis, el gran escritor británico, erudito, teólogo laico, locutor, apologista cristiano y autor de éxitos de ventas como Mero cristianismo, Cartas del diablo a su sobrino, El gran divorcio, Las crónicas de Narnia y muchos otros clásicos muy apreciados, recrea brillantemente la historia de Cupido y Psique.Mientras no tengamos rostro, narrado desde el punto de vista de la hermana de ...

  5. Mientras no tengamos rostro, narrado desde el punto de vista de la hermana de Psique, Orual; es un brillante análisis de la envidia, la traición, la pérdida, el dolor, la culpa y la conversión.

  6. Se trata de la reinterpretación de una vieja historia de la mitología griega, presente en la mente del autor durante gran parte de su vida, hasta que adquirió su forma definitiva: una narración alegórica sobre el destino de los hombres y sobre la búsqueda del rostro auténtico del ser humano.

  7. 16 de jul. de 2021 · Para Lewis, el intento de dominar lo que soy, lo que vivo, lo que poseo y lo que amo, reviste siempre un carácter engañoso; querer controlar mi apariencia ante mí mismo y ante los demás no deja de ser una mascarada. Por eso sólo la apariencia rendida, entregada, sencilla, es convincente.