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  1. El odio es un sentimiento central en la historia. Una pasión destructiva y de ruptura que se orienta a la eliminación —real o simbólica— del objeto odiado, que incluso busca ir más allá de su destrucción física para suprimir su memoria. Para ello se emplea la racionalización, a través de la cual se da la justificación del odio.

  2. Actualizado el 1 marzo 2021. El odio es un sentimiento negativo por el cual no se tolera a alguien, cosa o fenómeno. Además, si se trata de una persona, se le desea que le sucedan malas experiencias. Si es una cosa o fenómeno, se desea que este fuera limitado o que no existiese. El odio, es uno de los muchos sentimientos con significado ...

  3. El discurso de odio puede designar chivos expiatorios, crear estereotipos, estigmatizar y utilizar un lenguaje despectivo. A menudo este tipo de discurso se utilizan como base de teorías conspirativas, así como de desinformación y negación y deformación de acontecimientos históricos como el genocidio. Los Estados deben prohibir las formas ...

  4. El primero de esos problemas tiene que ver con la determinación del objeto odiado que, para Scheler, es una imagen anti-ideal de disvalores, es decir, lo odiado no es la persona o el objeto, su ser así en el mundo y el modo en que ese así me concierne a mí en mi propio ser, sino una imagen de valores, de la cual lo odiado sólo es portador y a la que yo odiaría por una mera reacción ...

  5. El odio es un sentimiento que puede experimentar cualquier persona cuando no soporta o le desea mal a otro ser (ya sea una persona, animales no humanos, colectivos, etc.) o cosa. Esta emoción puede permanecer durante un tiempo prolongado en la persona que la siente, incluso toda la vida. El odio, para gestionarlo, requiere de gran habilidad.

  6. La Estrategia y Plan de Acción tiene dos objetivos primordiales: Aumentar los esfuerzos de la ONU de forma coordinada para abordar las causas profundas y los desencadenantes del discurso de odio ...

  7. Es decir, cuando odiamos, repudiamos al otro por lo que es. En cambio, cuando nos enojamos, lo hacemos porque ese otro hizo algo que nos perjudicó. De esta forma, experimentamos enojo cuando las acciones del otro nos dañan y deseamos una disculpa, un cambio de comportamiento, etcétera. Pero cuando hay odio, solo deseamos que el otro desaparezca.

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